Creado en el año 1937 con el nombre del pionero argentino en áreas
protegidas, el Parque Nacional Perito Francisco P. Moreno abarca 115.000
hectáreas del noroeste de la provincia de Santa Cruz, en una región montañosa
cortada por valles, algunos de los cuales se ubican a más de 900 m.s.n.m.
El difícil acceso y la
inclemencia del clima hicieron que esta Reserva permaneciera olvidada durante
muchos años.
Posee temperaturas inferiores a
los 15º C en verano. En invierno llegan a bajar hasta los -30º C.
La rigurosidad del paisaje, formado
por una serie de cadenas montañosas desplegadas de oeste a este y de norte a
sur, delinea un magnánimo anfiteatro natural, emplazado en la planicie que va
desde la portada del Parque Nacional, ambiente de la estepa patagónica, hasta
el límite oriental de los primeros lagos, sector de los bosques
andino-patagónico
La mayor parte de la Reserva es
ocupada por dos importantes cuencas lacustres, compuestas por ocho lagos. La
cuenca del Lago Belgrano desagua en el océano Pacífico a través de una red
hidrográfica que une los lagos Mogote, Península, Volcán, Azara, Escondido y
Nansen, además de los ríos Volcán, Cabrera, San Lorenzo, Penitente y Lácteo,
entre otros.
Más allá de resguardar
preciosos paisajes, plenos de vida silvestre nativa, el Parque Nacional Perito
Moreno es uno de los más valiosos yacimientos arqueológicos.
Los aleros y cavernas del Cerro
Casa de Piedra, resguardan las pinturas rupestres pertenecientes a los
antecesores de los tehuelches, principales aborígenes de estas tierras.
SU
FLORA: Riqueza austral
Bosque de Nires |
Bosque de lengas |
También en los lugares de mayor temperatura crece el guindo, árbol más sensible al frío.
Su
fauna
Guanaco patagónico |
El puma y los zorros colorado y
gris son los predadores mayores de esta región.
El huemul, ciervo autóctono
declarado monumento natural, encuentra en esta reserva un protector amparo. En
la época invernal, desciende de las altas laderas para guarecerse en los
bosques y buscar alimento en los valles. Posee un cuerpo robusto de color pardo
y los machos adultos, que llegan a medir cerca de un metro de alzada, presentan
pequeñas astas bifurcadas.
Huemul |
Flamencos, hualas, cisnes
cuello negro, patos vapor y numerosos cauquenes, recalan en las pequeñas e
innumerables lagunas formadas por el deshielo. También anidan en el Perito
Moreno, el cóndor andino, el águila mora y una lechuza de gran tamaño llamada
ñacurutú.
Afortunadamente, en aguas de
este Parque Nacional no se han introducido especies exóticas, como ocurrió en
la mayoría de los lagos patagónicos. Por esta razón posee una rica ictiofauna
nativa.
Cultura
del Desierto
Siguiendo el curso del río
Roble, que nace en el lago Burmeister, se halla el cerro Casa de Piedra, donde
se encuentran siete cavernas y dos abrigos o aleros. En estos refugios
naturales se expresan los testimonios de la vida, costumbres y creencias de los
antepasados de los tehuelches. Las pinturas rupestres, ubicadas en las paredes
de las profundas cuevas utilizadas como viviendas, reproducen imágenes de manos
humanas, guanacos, formas geométricas y la figura solar. Sus significaciones
mítico-religiosas, responden a diferentes épocas y se clasifican en
representativas (animales), abstractas (diseños geométricos) y simbólicas
(manos). La hipótesis sostiene que estas manifestaciones pertenecen al período
paleolítico superior, entre 15.000 y 10.000 años a.C. y al mesolítico inferior,
entre 9.000 y 2.000 años a.C.
Las poblaciones formadas por
grupos de cazadores-recolectores, poseían un sistema organizado de ocupaciones
periódicas que se desplazaban de la estepa al bosque y viceversa, acordes a la
utilización de los recursos naturales. La base de este aprovechamiento era el
guanaco, disponiendo de sus crías jóvenes o chulengos en la estepa central
primero y un mes después, en esta región, pudiendo realizar dos
"chulengueadas" en el mismo año.
Lindante con las cavernas de
arte rupestre, en la margen sur del mismo río Roble, extremo oriental del Lago
Burmeister, se encuentran yacimientos fósiles de grandes vertebrados y árboles
petrificados de más de 10 metros de largo y hasta 1,10 de diámetro. Acorde a
las investigaciones arqueológicas, el Parque fue abandonado en el siglo XVIII,
probablemente por la rigurosidad del clima de una "pequeña edad de
hielo", registrada según los estudios paleoclimáticos, alrededor del año
1750.
Por su valor antropológico y
biológico, el Parque Nacional Perito Moreno es uno de los refugios más
recónditos y bellos de las planicies australes.
Para
tener en cuenta
Vías
de acceso:
Sobre la Ruta Provincial Nº 25
se encuentra la localidad de Gobernador Gregores. Desde este punto y después de
recorrer 130 km de camino consolidado y 90 km de camino secundario, se llega al
Parque. También se puede acceder por la localidad de Perito Moreno, a través de
la Ruta Nacional Nº 40 hasta el cruce con la Ruta Provincial Nº 37, que conduce
a la Reserva.
Información
y servicios:
Es importante proveerse de
combustible para visitar el área, ya que la localidad más cercana que posee
estación de servicio es Gobernador Gregores, a 220 km.
Recorridos:
Cercano a la oficina de
informes del Parque, se puede visitar el Alero Destacamento de Guardaparques,
que cuenta con representaciones rupestres y restos arqueológicos de más de
6.000 años.
Ascensión del Cerro León: ofrece una vista
panorámica y el avistaje de cóndores en vuelo. Comienza en la Estancia La
Oriental. Duración aproximada: 4 horas, ida y vuelta.
Senda Natural Península Belgrano: comienza en
el istmo del Lago Belgrano y recorre el área de transición estepa-bosque.
Duración aproximada: 2 horas.
Laguna del Mié: ideal para el avistaje de
aves, se halla a 6 km, camino al lago Burmeister.
Laguna Roble: comienza en la pasarela del río
Roble y atraviesa la estepa. Duración aproximada: 2 a 3 horas.
Excursiones
de uno o dos días:
Al
Lago Burmeister: bosques de lengas y
aguas torrentosas.
Al
Lago Volcán: cerca del corazón del Parque. Se puede dejar el auto a 3 km de
El Rincón, y continuar caminando 5 km hasta la costa del lago.
Caminatas
de tres o cuatro días:
Al Puesto del Nueve y al Lago Azara: frente
al Cerro Mié, al finalizar el camino vehicular y bordeando la costa este y sur
del Lago Belgrano. A las 5 horas se llega a un antiguo puesto de ovejeros que
ofrece resguardo y sirve de base para explorar los alrededores. La vista ofrece
el azul intenso del Lago Azara y la cascada del Lago Belgrano.
Al
Valle del Cerro San Lorenzo: desde El Rincón, se llega por el camino hasta
un área de acampe agreste. Desde este punto, 9 km más por el valle sin cruzar
el río se arriba al viejo puesto.
Casilla de Correo 103.
(9311) Gobernador Gregores -
Santa Cruz - Argentina.
Tel.: 54 29 62 491477.
E-mail:pnmoreno@servisur.com.ar; pnmoreno@uvc.com.ar
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